Los glóbulos blancos son los encargados de combatir microorganismos “intrusos” tales como las bacterias y los virus en el organismo. Existen diferentes tipos de glóbulos blancos uno de ellos llamado neutrófilo.
Este tipo de glóbulo blanco cumple tareas de detección y eliminación de agentes patógenos, se produce en la médula ósea y está presente en la sangre.
La neutropenia y el cáncer
Cuando los niveles de neutrófilos en sangre son menores de 1700 UI/mcL, se dice que se padece de neutropenia por lo que serás más propenso a sufrir infecciones y se conoce como neutropenia grave cuando estos niveles son menores a 500 UI/mcL sangre, en este momento, incluso las bacterias normalmente presentes en la boca pueden causar infecciones graves.
Esto ocurre (el bajo conteo de estos glóbulos blancos) ya sea por el cáncer per se o por el uso de la quimioterapia para tratar la enfermedad. Esto se puede agravar si se utilizan fármacos que destruyan las células de rápido crecimiento, y teniendo en cuenta que los glóbulos blancos se reproducen extremadamente rápido, pueden ser atacados por el fármaco ya que estos medicamentos no son selectivos.
Otras causas de unos niveles bajos de glóbulos blancos son:
- Enfermedad de Crohn
- Infecciones como la del VIH o la tuberculosis
- Radioterapia
- Artritis reumatoide
- Uso de antihipertensivos
- Uso de anticonvulsionantes
Si en una analítica de sangre nos ha salido el conteo de neutrófilos muy bajos, entonces es recomendable que le preguntemos a nuestro doctor por pautas para ayudar a prevenir infecciones, igualmente algunas de estas pautas son:
- Evitar el contacto con mascotas y con los animales en general
- Lávate las manos con frecuencia usando alcohol o jabón, especialmente antes de comer
- Come y bebe con cuidado y usando cubiertos limpios y que no haya tocado otra persona
Síntomas de una infección
En el caso de saber si debemos llamar al médico o no por si tenemos una infección, es necesario conocer los síntomas de esta para saber identificarla:
- Fiebres
- Sudoración
- Náuseas y vómitos
- Incapacidad para deglutir alimentos
- Debilidad
- Enrojecimiento, secreciones o prurito en cualquier zona donde se haya insertado una vía intravenosa o una aguja para inyección intramuscular.
- Erupciones cutáneas
- Ampollas
- Dolor abdominal
- Cefalea
- Tos crónica
- Molestia al orinar
- Dificultad para respirar