La lactosa no es otra cosa que el azúcar encontrado de manera natural dentro de la leche, la cual para ser digerida por nuestro organismo precisa de una enzima llamada lactasa, la cual se genera de forma natural dentro de la mucosa intestinal y la cual divide a esta sustancia en galactosa y glucosa. La lactosa es un disacárido, ya que está formado por la combinación molecular de la glucosa y galactosa. Esta sustancia, es muy famosa por encontrarse presente en la leche de todas las hembras existentes en los mamíferos, aunque no en la misma proporción.
El origen de esta palabra proviene de un neologismo tomado del idioma latín el cual significa leche (lactis) y carbohidrato (osa), por lo cual el concepto original menciona que la lactosa es carbohidrato de leche. Este término fue acuñado en Francia junto con la glucosa.
De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, la lactosa es el azúcar presente en la leche que se encuentra formado por la galactosa y la glucosa.
Esta sustancia cristaliza con una molécula de agua, por lo cual su fórmula química es: C12H22o11 H2O, después de esto se la puede conocer como lactosa monohidrato. La lactosa monohidrato tiene una masa de 360.32 g/mol, mientras que la lactosa anhidra presenta una masa de 342.3 g/mol.
El metabolismo de esta sustancia ha sido muy estudiado en las bacterias lácticas, dada su gran importancia económica en muchos productos como yogurt y queso, los cuales son producidos por fermentación de lactosa en la leche. La lactosa se puede transportar por intermedio de la fodotransferasa, metabolizada por la tagatosa.