¡Qué delicia ir a la playa y gozar del aire y del sol en ella! Pero cuidado; siempre hay que tomar algunas precauciones elementales para no sufrir las consecuencias de los rayos ultravioleta que pueden producir quemaduras graves en la piel.
Una de las situaciones más peligrosas a las que usted se puede exponer es no valorar correctamente el poder del sol. Puede parecer lejano, pero sus invisibles rayos ultravioleta (UV) llegan con toda facilidad hasta su cuerpo. Los rayos del sol UVC, que son los más cortos, no deben preocuparle, ya que la capa de ozono de la atmósfera terrestre filtra la mayor parte de éstos. Son los rayos UVB y los UVA los que respectivamente queman y broncean la piel. Un bronceado sin riesgo significa bloquear adecuadamente los rayos UVB y permitir que lleguen a la piel exclusivamente los UVA.
Los efectos de los rayos UVA
Quizás usted ya lo sabe, pero la piel se oscurece para protegerse de los dalos causados por el sol, no para que ésta parezca más atractiva. Sin embargo, investigaciones nos dicen que desgraciadamente, esta protección no es suficiente y que la exposición prolongada al sol y la penetración más profunda en la piel de los rayos UVA con el tiempo dañarán la sección basal, viviente, de la piel. En términos simples, esto significa que el colágeno que le da a la piel su elasticidad se ve afectado, y esto a su vez conduce al envejecimiento prematuro, arrugas, flacidez, manchas hepáticas y líneas faciales.
Debido a este reconocimiento de la fuerza del sol y de su capacidad para dañar la piel, los días del bronceado oscuro de color caoba para muchos ya pasaron a la historia, y en lugar de ese se tiende a un bronceado más claro; un baño sutil de suave café dorado para alejar los blanco del invierno y obtener un brillo sano, radiante.
El sentido común debe prevalecer cuando se toman baños de sol y usted será el único que se pueda culpar si se quema. La piel inglesa de complexión rosada y los pelirrojos invariablemente pan un mal rato bajo el sol, pues tienen en su piel una distribución baja de melamina, el pigmento que oscurece la piel. Si no hay melamina, no hay bronceado, tan sencillo como eso, así que si es usted de complexión clara, es mejor resignarse al hecho y mantenerse pálido y sin arrugas o bien optar por un producto que proporcione un bronceado falso. Mientras más oscura se a su complexión, más fácilmente se bronceará pero no olvide que, independientemente de su color, debe ofrecer a su piel la protección adecuada en todo momento cuando está tomando baños de sol.
Los cuidados adecuados frente a los rayos solares
El uso adecuado de filtros solares debe evitar las quemaduras del sol. Pero si se quema, puede tomar algunas medidas para aliviar el dolor y la incomodidad.
- Alivie la piel quemada por el solo con compresas húmedas de agua fresca del grifo aplicadas durante 20 minutos tres o cuatro veces al día. Las compresas húmedas ayudan a calmar el dolor y reducen la irritación y la hinchazón.
- Cubra la zona afectada con una loción refrescante o crema de aloe vera para aliviar algo de la resequedad y ayudar a promover la curación. Evite los emolientes pesados y grasosos.
- Tome agua en abundancia para sustituir los líquidos perdidos.
- Evite asolearse hasta que su piel haya sanado totalmente. La piel quemada por el sol puede necesitar varios días para repararse, y la piel que ya está quemada es más susceptible a una segunda quemadura.
- Si tiene una quemadura seria (segundo grado o mayor) consulte inmediatamente a un médico.
- Recuerde que aunque se alivie la incomodidad, y desaparezca la irritación, el daño acumulativo ocasionado por las exposiciones repetidas al sol es irreversible. Cada vez que los rayos del sol tocan su piel sin protección, ésta se expone a las arrugas, al envejecimiento prematuro y posiblemente hasta el cáncer.
- El cabello proporciona a la cabeza una protección natural contra el sol, dependiendo de su largo y espesor. Pero no descuide esas zonas en donde ya tiene poco cabello y hay calvicie. Un te un filtro solar en esas áreas desprotegidas de su cabeza (incluyendo la parte superior de las orejas) si piensa estar bajo el sol durante períodos largos.
Los mitos alrededor del sol
Debido al desconocimiento en la materia, circulan ciertas ideas falsas relacionadas con el sol y sus efectos dañinos sobre la piel, así como acerca de los métodos para evitar éstos. He aquí algunos de esos mitos:
Mito: sentarse bajo una sombrilla en la playa para evitar las quemaduras del sol
El hecho es que aunque permanezca bajo la sombra en un día claro y soleado, no se protege de los rayos del sol que queman. Aunque la sombra puede reducir la luz directa que llega a su piel, hay suficiente luz esparcida y reflejada, misma que puede ocasionar una quemadura grave.
Mito: el aceite de bebé untado sobre la piel evitará las quemaduras de sol.
El aceite para bebé no contiene ingrediente alguno que absorba y refleje los rayos de sol. De hecho, su piel se puede quemar aún más rápidamente con la aplicación local de este lubricante. El aceite para bebé no realza el bronceado.
Mito: los niños no se queman fácilmente con el sol
La piel de un niño es tan sensible a los rayos solares como la de un adulto. De hecho, los niños de menos de un año de edad, cuando se exponen al sol por primera vez, se pueden quemar fácilmente.
Mito: es difícil quemarse en un día nublado o brumoso
En días nublados o brumosos, casi un 80% de los rayos del sol penetran las nubes y llegan a la Tierra. Las nubes también pueden reflejar los rayos del sol y llegar a la piel desde diversos puntos, además, pueden filtrar los rayos que ocasionan calor haciendo que usted se sienta más fresco, permanezca mayor tiempo asoleándose y en consecuencia aumente el riesgo de quemarse en exceso.
Los signos del cáncer de piel
Estos son algunos signos de que podría haber un cáncer de piel. Es necesario que concurra a un médico para que lo diagnostique adecuadamente.
- Un crecimiento en la piel que se ve aperlado, translúcido, bronceado, negro, café o multicolor.
- Verrugas o manchas de nacimiento que cambian de color, aumentan de tamaño o grosor, cambian de textura o presentan una línea exterior irregular.
- Una mancha o crecimiento que continuamente produce comezón, dolor, costra, se pela o sangra.
- Una llaga o herida abierta en la piel que no se cierra o que perdura más de cuatro semanas, o que cierra y después se vuelve a abrir.