El ambay es un árbol my típico de la zona de la frontera entre Argentina y Brasil, más concretamente en las zonas cercanas a las Cataratas del Iguazú y en la selva msionera. Ha sido utilizado por los aborígenes para afecciones de las vías respiratorias por su efecto antitusivo y expectorante. El ambay funciona como antiespasmódico, digestivo, diurético, antioxidante, sedante, astringente y expectorante. Las hojas frescas eran apicadas sobre heridas y quemaduras, mientras que el látex del tronco se empleaba como caustico para reducir verrugas.
¿Cómo se prepara el ambay y cuál es la parte usada?
Se utilizan las hojas y brotes secos. A las hojas se le quitan los pecíolos y las nervaduras. Se preparan en forma de decocciones o té, colocando las hojas y brotes en un recipiente con el agregado de agua y calentar hasta hervir, puede ser endulzado con miel o azúcar. Otra forma refiere la preparación previa de un caramelo con azúcar (azúcar quemada) al que se le agregan las hojas y brotes secos e inmediatamente se completa la preparación con el agregado de agua hirviendo, de preferencia consumir caliente.
Propiedades farmacológicas del Ambay
Si bien no existen estudios exhaustivos en cuanto a la farmacología del ambay, vale la pena destacar algunas investigaciones preliminares en cuanto a la actividad antimicrobiana, antioxidante, y sus efectos sobre el sistema respiratorio, nervioso y cardiovascular.
Acción sobre el aparato cardiovascular: Con respecto al aparato circulatorio, los resultados indicaron que el ambay posee una actividad bradicardizante débil (independiente de la actividad vagal), sin modificación de la excitabilidad auricular y con aumento de la actividad del digital (efecto sinergizante).
Estos resultados serían acordes con un estudio posterior en el cual se demostró experimentalmente que la ambaína de la hoja y la cecropina de la corteza del tallo y raíz se comportan como tónicos cardíacos y diuréticos de manera similar a la digitoxina, pero sin los problemas tóxicos de esta última
Acción sobre el aparato respiratorio: En los estudios farmacológicos realizados por Domínguez y Soto (1925) se observó una débil acción broncodilatadora por inhibición de las terminales nerviosas del nervio vago, con un aumento inicial de la amplitud de los movimientos respiratorios que luego decae en breves minutos.
Acción sobre el sistema nervioso: Domínguez y Soto (1925) observaron que el ambay ejerce una ligera acción depresora sobre S.N.C. En otro estudio más reciente realizado por Carballo et al. (2001) se observaron los efectos de un extracto suministrado por vía oral sobre el sistema nervioso y la actividad motora en ratones. Los resultados en su conjunto indicarían un potencial efecto depresor del sistema nervioso central, consistente en una respuesta depresora de las funciones motora y neurológico y que indicarían un posible efecto sedante del extracto
Efecto antioxidante: Velázquez et al. (2003) estudiaron la actividad antioxidante del ambay utilizando diferentes modelos de oxidación in vitro. Asimismo, también se observó actividad atrapadora de radicales libres superóxido (15.1 μg/ml) y DPPH (9.7 μg/ml).
Composición química de las hojas de Ambay:
Corteza: cecropina (alcaloide) y ácido tánico (Domínguez y Soto, 1925; Neidlein y Koch, 1980).
Hojas: ambaína, ambainina, cecropina y cecropinina, flavonoides, ácidos araquídicos, behénico, lignocérico, cerótico, esteárico, margárico, nonadecanoico, heneicosanoicol tricosanoico, pentacosanoico, beta-sitosterol, stigma-4-en-3-ona, alfa- y beta-amirina. Los frutos contienen ácidos grasos
Efectos adversos: La información de uso tradicional así como los estudios realizados en cuanto a toxicidad, mutagenicidad y carcinogénesis indican que el uso del ambay no presentaría efectos adversos.
Referencias:
Farmacia Tancreda. Buenos Aires