La salud emocional es la capacidad de una persona para aceptar y manejar los sentimientos a través del desafío y el cambio. Alguien que sea emocionalmente sano puede permitir que sus emociones sean digeribles. Las molestias mundanas de la vida diaria ofrecen oportunidades para practicar respuestas, en lugar de reacciones para permitir que florezca la salud emocional.
La salud general incluye aspectos físicos, emocionales, intelectuales, sociales y espirituales. Cuando están en equilibrio y alineación, los seres humanos prosperan. Cada una de estas áreas de la vida influirá en las demás.
La salud emocional incluye tanto la inteligencia emocional como la regulación emocional. Cuando la experiencia subjetiva de las emociones es apropiada durante un período prolongado, se piensa que la salud emocional está presente. El afecto positivo será evidente en las actividades cotidianas mundanas.
La construcción del bienestar emocional se encuentra dentro de una comprensión más amplia de la salud mental. La falta de emociones no equivale a salud emocional, al igual que la falta de enfermedad mental no equivale a salud mental. Alguien que reprime las emociones, especialmente desde la niñez, puede no ser tan emocionalmente saludable como alguien lo suficientemente vulnerable como para expresar sus emociones.
La vida cotidiana ofrece una serie continua de altibajos. Como las olas del mar, nuestros días vienen con altibajos. Una persona emocionalmente sana será capaz de montar las olas de los sentimientos sin que una gran ola emocionalmente perturbadora lo detenga o lo ahogue.
Es importante tener en cuenta las diferencias en la riqueza material y las circunstancias de la vida individual. Tener los medios económicos para manejar las emociones de manera más eficiente hace que la salud emocional sea más fácil de alcanzar. Los factores ambientales influyen en la capacidad de expresar sentimientos.
La angustia emocional deja a las personas susceptibles a enfermedades físicas. Algunos estudios han demostrado que dolencias como las enfermedades cardiovasculares y la represión del sistema inmunológico pueden estar relacionadas con la angustia emocional (Stewart-Brown, S., 1998). Los estudios sobre la angustia emocional y los circuitos neurológicos subyacentes indican una conexión con el abuso de sustancias y otros comportamientos disfuncionales (Sinha, R. et al., 2004).
Existe una posible angustia emocional en cada esquina. Una persona que practica un estilo de vida emocional saludable podrá manejar mejor esa gran ola cuando el oleaje se acumule. Al igual que un estilo de vida físicamente saludable, los beneficios a largo plazo son abundantes.