Sabemos que hay una relación bastante clara entre la posibilidad de padecer ciertos tipos de cáncer y la obesidad pero, si somos individuos obesos y perdemos peso, ¿podemos disminuir este riesgo previamente incrementado?
Actualmente no hay un consenso claro pero el sentido común nos diría que sí, hay numerosos estudios que muestran una disminución de la posibilidad de padecer patologías como la diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias… si somos obesos y logramos adelgazar hasta conseguir un peso saludable.
Hay un problema y es que no se podrían realizar estudios financiados para hallar una relación entre la corrección del IMC y el riesgo de cáncer, esto sería a que se demostraría otros efectos mucho antes sobre la prevención de otras enfermedades y por ende, se detendría el estudio para poder sacar los datos a la luz e informar a los ciudadanos.
Sin embargo, podemos analizar otros estudios de casos y controles para poder encontrar una relación entre la reducción de peso y el riesgo de cáncer. Estos estudios de observación muchas veces bastante complicados de entender debido a que las características de los individuos pueden ser muy diferentes (como sus antecedentes o hábitos de vida actuales), igualmente, estos estudios nos muestran que aquellas personas que no han incrementado excesivamente su peso corporal durante la edad adulta tienen menos riesgo de padecer los siguientes cánceres:
- Cáncer de colon
- Cáncer de mama
- Cáncer de endometrio
Otros estudios de esta índole han demostrado que aquellas personas que han sufrido de obesidad durante la edad adulta pero sin embargo, han logrado adelgazar, al final tienen un menor riesgo de padecer los cánceres antes mencionados comparadas con aquellas personas que no.
Por último, se sabe que hay una evidencia bastante clara en la reducción del riesgo de cáncer en aquellos pacientes obesos que recurrieron a la cirugía bariátrica comparados con aquellos pacientes obesos que no, aunque esto es principalmente debido a que la cirugía bariátrica produce una reducción del peso corporal mucho mayor (10% vs 30%) además de que se suele combinar con diversos cambios en el estilo de vida del paciente, haciendo que lleve unos hábitos mucho más saludables.